El mejor Terapeuta




La colaboración entre el terapeuta y el consultante

No existen Terapeutas “adecuados para mi” o “no adecuados para mi”. Lo que si existe son relación más o menos adecuadas y formas de comunicación más o menos directas.

¿Cómo le puedo hacer saber al Terapeuta que no estoy conforme con lo que estamos haciendo, conversando, en la Terapia? La gran mayoría de los pacientes no expresa su disconformidad con la Terapia; simplemente abandonan el tratamiento y no vuelve a sesión. Salen frustrados, pensando que su problema no tiene solución o que el terapeuta (que le había sido recomendado por sus buenos resultados) no sirve.
El consultante/paciente tiene derecho a tomar un rol activo en su terapia y ser escuchado en sus quejas y comentarios. Es responsabilidad de un buen terapeuta ofrecer la opción de que el consultante evalúe cada sesión. Así, conforme a los resultados de esa breve evaluación, el terapeuta debe ajustarse  a las características y preferencias de su consultante. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, los terapeutas se conforman con su propia opinión acerca de que tan bien lo están haciendo. Y muchas veces esa opinión no es compartida por el paciente.
“Los terapeutas necesitan ser sensibles al riesgo que su propia estimación de la calidad de la relación… puede no coincidir con la que tiene el consultante/paciente… de este modo, parece más prudente solicitar activamente al consultante que dé su perspectiva de la alianza”. Horvath, A. (2001) The alliance. Psychotherapy, 38(4), 365-372

¿Para qué evaluar la sesión?
·      Trabajar en una forma algo diferente. El terapeuta tiene las herramientas necesarias para adaptarse a las preferencias del consultante.
Querer asegurarse que el consultante está obteniendo lo que desea. Vale más la opinión del consultante que todos los conocimientos del terapeuta, pues sólo “el consultante es experto en su propia vida”. La experiencia del consultante es el factor más importante para el éxito de una Terapia.
·      Tomar la “temperatura” al final de cada visita, es decir, evaluar cómo lo está haciendo, más allá de su propia opinión. El terapeuta necesita la opinión de su consultante para poder preparar la próxima sesión de manera coherente con las necesidades, preferencias y características del paciente.
·      La retroalimentación es crítica para el éxito. Al inicio de la Terapia, tanto el consultante como el terapeuta están construyendo una relación de colaboración, en que el profesional se esmera por definir y lograr los objetivos de la Terapia junto con el paciente. Para que la relación prospere satisfactoriamente y lograr el éxito de la Terapia (esto es, lograr los objetivos terapéuticos) el terapeuta necesita de la colaboración del paciente, por medio de su honesta (y estricta) evaluación, sesión a sesión.

El terapeuta cuenta con instrumentos validados científicamente para hacer esta evaluación. Yo prefiero aplicar la escala SRS (Evaluación de sesión) de Scott Miller, ya que es de rápida y fácil aplicación. De esta manera, recibo un gran regalo de parte de mis pacientes: me ayudan a ayudarlos mejor.


Ps.Sofía Mann Zapfe
Psicóloga Clínica Acreditada
Terapia evaluada con ORS y SRS

           
Consulta: Marchant Pereira 550, 
Providencia, Santiago
Metro Pedro de Valdivia
Cel: 9 886 35 08
sofiamann@gmail.com 

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